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¿QUÉ ES UN CONFLICTO BIOLÓGICO?

Lo que nos hace “enfermar” es un conflicto biológico. Es un choque agudo, inesperado, más o menos dramático y vivido con un sentimiento de soledad. Es un  acontecimiento lo suficientemente impactante que afecta a nivel psíquico, cerebral y orgánico, de manera sincrónica. Sucede algo que activa en nuestro sistema una respuesta automática.

La "enfermedad" es la solución que da la naturaleza para que podamos hacer frente, adaptándonos, a las situaciones inesperadas.

El conflicto biológico activa el sistema neurovegetativo, lo que implica: simpaticotonía, vasoconstricción, aumento del ritmo cardíaco, manos y pies fríos, dificultades para dormir, pérdida de apetito, pensamientos obsesivos sobre el problema.

En base al contenido del conflicto (depende de cómo lo viva la persona, no del evento en sí), se activará el órgano con su función más adecuada biológicamente, para hacer frente al problema específico. Por ejemplo, en un despido laboral imprevisible, puede suceder:

·      Injusticia / Vesícula biliar (si el conflicto se vive en masculino) o recto, ano (si se vive en femenino)

·        Pérdida de territorio / Corazón

·        Falta de alimento / Hígado
La persona en el momento que vive el conflicto biológico se sensibiliza con esa experiencia y, a partir de ahí, todos los elementos asociados a esa situación (objetos, sonidos, olores, sabores…), quedan registrados y conectados con la misma emoción. Por lo que, uno de esos elementos es suficiente para activar el recuerdo de esa vivencia. Este fenómeno se denomina raíl conflictivo. Es lo que sucede en las alergias, enfermedades crónicas y autoinmunes.




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TIPOS DE CONFLICTOS BIOLÓGICOS




Durante el desarrollo embrionario en el feto se desarrollan 3 capas germinales, a partir de las cuales se originan todos los órganos y tejidos del cuerpo. Las tres capas germinales son endodermo, mesodermo, y ectodermo.
 
La mayoría de nuestros órganos, como el colon, proceden de una de las tres hojas germinales. Otros como el hígado, el pulmón o el riñón, están formados de diferentes tejidos que son derivados de diferentes hojas germinales.
 
Los órganos y tejidos derivados del endodermo  son controlados desde la parte más antigua del cerebro, el tronco cerebral y se correlacionan con los conflictos biológicos más antiguos: la respiración, el agua, la alimentación y la reproducción. El sentido biológico es la supervivencia. Aquí se incluye todo el tejido desde la boca al ano, incluidas las glándulas anexas (salivares, hígado, páncreas…) y el tejido pulmonar (alveolos pulmonares y bronquiolos).
 
El mesodermo se divide en antiguo y nuevo.
 
El mesodermo antiguo está regido por el cerebelo y el sentido biológico es la protección (individual o familiar). Los tejidos para nuestra protección son: dermis, glándulas mamarias, sudoríparas y sebáceas; pleura, pericardio, y peritoneo.
 
El mesodermo nuevo está regulado por la médula cerebral (sustancia blanca) y el sentido biológico es el movimiento y la comparación, los conflictos giran alrededor de la desvalorización de sí mismo, junto a la noción de impotencia. De aquí derivan: tejido conectivo y glial, hueso, cartílago, musculatura estriada, tendones, vasos sanguíneos, sistema linfático, parénquima renal (glomérulos), parte intersticial de los testículos y parte cortical de los ovarios.
 
El ectodermo es la hoja germinal más joven, todos los órganos y tejidos que se originan a partir de él están controlados desde la parte del cerebro más nueva, la corteza cerebral (sustancia gris), y se relacionan con conflictos biológicos más avanzados, conflictos de relación (territorio, miedo, separación, identidad, asco y resistencia) . Aquí se incluyen: sistema nervioso, motricidad, inervación sensorial de la vista, oído, olfato; laringe, bronquios, pelvis renal, uréteres, vejiga (epitelio de transición), uretra, cuello del útero, vagina, recto, íntima de las coronarias, cavidad oral, 2/3 del esófago superior, pequeña curvatura del estómago, duodeno, conductos biliares y pancreáticos, periostio.

En la naturaleza no existe nada benigno o maligno, todo tiene un sentido, un sentido biológico, para la supervivencia del individuo y de la especie.
   
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