Las comparaciones son odiosas, sim embargo, las hacemos
constantemente.
Desde pequeños nos comparan con otros niños. Siempre hay
alguien más bueno, más guapo, menos afortunado…
Estas comparaciones son el caldo de cultivo de los celos,
envidia, complejos de todo tipo…
Cada persona es única, por mucho que intenten encasillarnos
en múltiples moldes. Y ahí radica la maravilla de la creación. Eres único en:
tu apariencia física, en tu personalidad y carácter, en tus defectos y
virtudes…No hay nadie como tú en este mundo (¿no suena genial?).
Copiar a otras personas no funciona. Permítete el lujo de ser
tú mismo. Mejora tu versión centrándote en tus cualidades. Eres la persona con
la que convives 24 horas todos los días del año, así que ámate, cuídate,
valórate… Pon el foco en tu potencial. Tu propia luz es la que los demás ven.